Halloween vino y se fue, y lo que queda es un montón de golosinas por comer, una ligera sensación de culpabilidad por el montón de golosinas que ya me he comido, y el recuerdo de tres intrépidos concursantes que no sólo se curraron unas calabazas gloriosas, sinó que además enviaron sus fotos a un servidor (literalmente) para que un servidor (figurativamente) les añada al concurso de calabazas que empezamos hace poco más de 10 dÃas.